miércoles, 14 de mayo de 2008

Otro gallo cantaría


“Es una pena que Ronaldinho haya acabado así”

Esta es la frase que me soltó ayer un amigo mientras cenábamos en su casa.

Mi pregunta, teniendo en cuenta mi total desconocimiento sobre todo lo que se refiere al fútbol fue: “Y como ha acabado? A lo que él me contestó que no paraba de irse de fiesta, que ya no jugaba como antes, en fin que había dejado de implicarse con el equipo y que era una decepción.

Flipé.

Vamos a ver, estos jugadores ganan una cantidad tan indecente de dinero que eso es precisamente lo único que les importa, porque de la misma manera que no siento amor ni cariño por la empresa en la que trabajo y voy cada día por el simple hecho de que me pagan, ellos harán lo propio con su equipo…digo yo.

No me creo para nada que sientan los colores como los pueda sentir un aficionado al que se le quitan las ganas de cenar cuando ve a su equipo perder la liga, o la champions o vete tú a saber…lo único que deben sentir (y que conste que a mí me pasaría lo mismo) es un orgasmo brutal cada vez que cobran esas cantidades astronómicas de dinero.

Por lo tanto deduzco que cuando ya han acumulado suficiente dinero, lo normal es que se dediquen a vivir como Dios y a reventarse el excedente de éste en fiestas, noches locas, mujeres…La verdad es que yo lo veo hasta lógico, lo que no me parece tan lógico es que los aficionados a este deporte de masas se sientan indignados por esto. Es más creo que deberían sentirse indignados ante la injusticia que representa que estos chavales ganen tantísimo dinero por darle a una pelotita. El fútbol es un deporte, está bien, pero llevado a estos extremos me parece fatal.

Si toda la gente que se reúne en Canaletes o en Cibeles cuando uno de los dos grandes equipos gana algún título, se reuniera para cosas más importantes por las que sí valdría la pena salir a la calle y dejarse la voz gritando…entonces otro gallo cantaría.

Y lo sé…es demagogia, pero es lo que pienso.


Besos!!!!


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