El otro día volví. Es un espectáculo que nadie debería perderse. Empezó cantando un tío que ya forma parte del tinglado. Tras ser presentado por Rachel Arieff, conductora del show, salió a cantar “Born to be my Baby” de Bon Jovi. Esa canción pertenece a su disco New Jersey, que tiene más años que la Diagonal, tantos como que yo lo tenía en cassette y lo escuché hasta gastar la cinta en mi Walkman Sony…
De repente a causa de la emoción, de la motivación con la que salen todos a cantar, y porque no decirlo…de las cervezas que llevaba en el cuerpo, me puse a saltar y a gritar como una loca, como si estuviera en un concierto en el Estadi Olímpic.
Salió a cantar gente de todo tipo, por lo que sonó todo tipo de música…Highway to Hell de ACDC, Wellcome to the Jungle de Guns ‘n’Roses, Take on me de A-HÁ, Wanted de Bon Jovi, Satisfaction de los Rollings…y un largo eccétera del que no logro acordarme…ya lo he dicho antes, demasiadas cervezas…
Entre actuación y actuación Rachel Arieff hacía su propio espectáculo, vaciando una botella enterita de Jack Daniels en la boca de los allí presentes, eso ya es una tradición del antikaraoke.
Tiró confeti en varias ocasiones, de eso estoy segura porque no os podéis imaginar la de confeti que encontré en mi cuerpo cuando llegué a mi casa y me quité la ropa…
Hubo un momento de auténtico descontrol en el que la gente se volvió loca y empezó a saltar y a botar, sobretodo con Nevermind de Nirvana…y a mí no se me ocurrió otra cosa (con lo pequeña que soy…) que meterme en todo el follón. Resultado: Dos caídas, un golpe en la frente y un rasguño enorme el la espalda…
Pero valió la pena, lo que llegué a disfrutar. Acabé cansada, afónica, sudando, sin más adrenalina que soltar, y habiendo desconectado de todo durante 3 horas…
Ya sabéis si queréis pasarlo bien, si queréis disfrutar de una noche diferente todos los Lunes en el Sidecar a partir de las diez…Antikaraoke.
Besos!!!
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