lunes, 19 de mayo de 2008

Miedo


Miedo. Un sentimiento que me ha acompañado durante muchos años. Demasiados. Miedos reales que marcan una vida, un pasado, un presente, y que quizás marcaran un futuro.

El presente está marcado por las decisiones que se tomaron en el pasado, a consecuencia de él: el miedo.

Se apodera de ti, de tus actos, de tu vida cotidiana, de las decisiones que tomas o que no tomas, de tus sentimientos más profundos…y si no consigues enfrentarte a él, se convierte poco a poco y sutilmente en tu compañero constante, fiel…y se queda quieto esperando a que hagas un imperceptible gesto de intentar escapar para hacerse más grande y volver a capturarte entre sus asquerosos y enormes brazos.

Un día decides que no quieres volver a tener miedo, y decides romper con todo y empezar a vivir, a enfrentarte a todos esos miedos, a comerte la vida a bocados. Cuesta y mucho, pero una vez consigues vencer pequeñas cosas te conviertes en una persona con ganas de vivir, de experimentar, impulsiva y apasionada. Con ganas de demostrarte a ti mismo que eres capaz de todo.

Pero eso te convierte a la vez en una persona egoísta, porque es la primera vez que vives la vida sin miedo a vivirla. Cuando esto ocurre, haces daño, mucho daño a quien no lo merece, a quien ha querido compartir contigo esas ganas de vivir.

Llega un momento en que consigues alcanzar todos los objetivos que te marcas una vez decides ir a por todas, tienes la sensación de haberte demostrado que has sido capaz de tener bajo tu control esas pequeñas cosas que para ti eran tan importantes, aunque para el resto de la humanidad sean nimiedades.

Pero a ti esas pequeñas cosas te dan LIBERTAD, esa libertad tan esperada, tan anhelada, tan soñada.

En ese momento sientes que has ganado la batalla más grande librada en tu interior. En ese momento ya puedes permitirte ofrecer a otra persona tu compañía, tu confianza, tu corazón.


...

No hay comentarios: