miércoles, 2 de enero de 2008

Un derecho, no un privilegio

Hace ya varios días en los que el tema de el acceso a la vivienda es un tema recurrente en las reuniones con amigos e incluso en las comidas navideñas, de las cuales algunos seguimos haciendo la digestión. :)

Han surgido diferentes vertientes en cuanto al tema en cuestión, pero ha habido una afirmación común a todos los discursos que he escuchado. Y es la de que está realmente complicado.

Para mi entender lo ideal sería que todos, y cuando digo todos DIGO TODOS, deberíamos tener derecho a una vivienda digna. De hecho está contemplado en la Constitución. Sí hombre!! Ahí donde se redactan una serie de artículos que se supone defienden al ciudadano, y a los que, desde que tengo uso de razón, ningún político que haya estado en el poder ha hecho ni puñetero caso.

Diría que hubo un político que hizo caso omiso a un tema aún más grave que el de la vivienda…Si…diría que se metió en una guerra ilegal haciendo oídos sordos a todo un país que se lanzó a la calle expresando su oposición a este hecho concreto.
Pero bueno ese es otro tema que merecería una entrada para él solito. :)

En fin…a lo que iba.
Si no existiera la propiedad privada no habría esta desigualdad.
Si a mí el estado me diera un lugar donde vivir, del que yo jamás seré propietaria, sabiendo que no podré acceder a uno más grande, o más bonito o en un barrio mejor, pero que no tendré que pagar por algo que yo considero un derecho y no un privilegio, sin dudarlo ni un momento firmaría. Todo esto llevado con una buena gestión (que ahí estaría el problema sin duda).
El otro día un amigo mío me decía que no le parecía bien mi idea, que él quería tener libertad para decidir. Solté una carcajada. ¿Libertad? ¿Esto es libertad? ¡Por favor! Comprar un piso a un precio totalmente desorbitado e injusto, tardar 40 años en pagarlo, un piso que todo este tiempo es del banco y no tuyo. ¿Libre para decidir? ¡Ja!! ¿Decidir el qué? ¿Cuantos años voy a ser esclavo de un trabajo que odio?, ¿Cuánto me van a subir la hipoteca en la próxima revisión?, ¿Libre de decidir entregar casi todo mi sueldo para tener un sitio donde vivir…?
Eso no es libertad, al menos para mí.

Esa es la pesadilla en la que está inmersa la mayoría de la sociedad.
Una sociedad en la que nos han educado, y en la que educamos a los niños en el capitalismo. Tener un ático de 250 metros cuadrados, con plaza de aparcamiento, ascensor, solarium, parqué, ¿y porqué no? hidromasaje, en el mejor barrio de la ciudad ¿es lo ideal no? ¿Eso es calidad de vida, no?
Pues no, no para mí.
Yo vivo en un piso pequeño, sin apenas luz, y os aseguro que me conformaría con vivir en él toda mi vida. Porqué no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita.

Porqué para mí la calidad de vida es otra cosa. Es trabajar y que el dinero que cuesta tanto ganar me permita tener una vida rica en muchas cosas que no tienen que ver con la cantidad de metros cuadrados de mi cocina. Viajar, salir a cenar con los amigos, al cine. Hoy en día ir al cine se está convirtiendo en un lujo  está carísimo.

Conclusión, el dinero que yo gane lo quiero invertir en mí, en mi familia, en mis amigos, en una vida plena, y no en pagar un piso.
Somos esclavos del capitalismo, de un mundo en el que el factor suerte juega un papel definitivo, y eso no es justo.

Pero esto, muy a mi pesar jamás cambiará, porque es la ley del más fuerte, y él más fuerte es siempre el que está en el poder, y el que está en el poder es siempre el que tiene el dinero.

Como ha escrito recientemente un amigo mío, somos los Kunta Kintes de esta era y los Masas son los Bancos con los que nos hipotecamos de por vida, como una larga condena.


Ojalá un día despertemos, nos miremos a un espejo y nos percatemos de la piel de borrego que algún día alguien nos puso, a la que estamos tan acostumbrados que ni siquiera ya nos damos cuenta de su presencia sobre nuestros cuerpos.


Un saludo!!!

2 comentarios:

Joaquim dijo...

Creus de veritat que el problema es el capitalisme? no potser que sigui d'una especulació inmobil·liaria mal entesa?. No fa molt vaig veure una entrevista a Xavier Sala i Martín, un professor d'economia de la universitat de Columbia, que al marge de les seves americanes rares i d'haver estat part de la directiva del Barça, s'autodenomina ni d'esquerres ni de dretes i va de liberal. Bé, doncs em va sobtar molt una cosa que va dir quan li van preguntar si era de dretes i ell es va voler definir, va dir: "No quiero que me toquen ni la cartera ni la bragueta" referint-se al govern, esclar. Segons ell la esquerra et posa pals a les rodes quan es tracta de la cartera i la dreta ho fa quan es tracta de la bragueta. Llavors si el que proposes fos real...jo tampoc em sentiria lliure perque m'estarien tocant la cartera impendint-me gastar els meus diners com jo desitges. No creus?. No seria llavors esclau del govern?. Y qui tindria les millors cases?. Crec que el govern hagues hagut d'intervenir per frenar la especulació, però deixant sempre a l'individu la llibertat d'escollir on vol invertir els seus calers.

Sala i Martín va dir el mateix a El Pais per si ho vols llegir: http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2005/El_Pais/ELPAIS_es%20-%20XSiM.htm


Un petó molt gran guapíssima.

Omphalos dijo...

Buenas,

Partimos de la premisa de que la situación actual del mercado es inaceptable, intolerable y realmente difícil de solucionar a estas alturas.

A partir de este punto, proseguimos.

Después de leer tu post, la primera duda que se me plantea es qué se entiende por vivienda digna: una cantidad dada de metros cuadrados? Una relación mínima de metros cuadrados por persona?

Porque claro, no es el mismo el espacio vital que necesita una persona que vive sola que el que necesita una familia con dos hijos, no?

Si se solventara ese escollo, en la solución que tú propones, eliminas una parte muy importante de la naturaleza humana: la ambición. Y no nos engañemos: la ambición personal es el principal motor que nos mueve a todos: por mejorar laboralmente, por mejorar nuestro aspecto físico, por mejorar nuestro entorno, nuestro coche, etc.

Obviamente, hay muchos elementos que mejorar en nuestras vidas además de la vivienda, pero creo que la vivienda es, tal vez, el elemento más importante de estos, ya que es donde vivimos, donde dormimos, etc.

Tú dices que si no existiera la propiedad privada no habrían estos problemas, pero… cómo se iban a asignar las viviendas? Quien iba a ser el encargado? Quien iba a vigilarle a él?

Creo que la historia ha demostrado que el comunismo, o cualquier variación sobre el mismo, es ineficiente e inaplicable. Hasta en China existe ya algo parecido a la propiedad privada.

Y lo que siempre te he dicho es que no me parece bien tu propuesta porque no deja lugar a la mejora, de ahí mi propuesta de un mercado controlado en el que el estado asegure un acceso “mínimo” a una vivienda digna, pero una persona tenga luego oportunidad de mejorar su vivienda. Siempre, insisto, dentro de un mercado controlado, tal vez no por el gobierno de turno, sino por un ente autónomo, algo parecido al actual cuerpo judicial. Y con controles sobre los controladores para evitar corrupción.

Pero jamás he dicho que el mercado actual sea una situación aceptable, ni que sea mínimamente. Ni lo he dicho, ni lo diré.

A partir de ahí, decir que todo es culpa de una educación basada en el capitalismo… ufff, creo que es hilar ya demasiado fino, y pretender ligar demasiados temas bajo un único paraguas.

Que la vida que me (nos) espera no la quiero ni regalada está claro: dedicar el un porcentaje muy elevado de mi salario durante el resto de mi vida a pagar un piso da asco, sobretodo porque si tienes en cuenta el resto de los factores sociales actuales, nadie te asegura que ese piso vaya a ser para ti, puesto que puedes perder el trabajo, pueden subir los tipos de interés, etc.

Pero no veo solución realista a estas alturas, porque los pisos están a los precios que están, y una intervención de cualquier tipo ahora no iba a ser definitiva. Como siempre en este país, los políticos van por caminos diferentes a los del resto de la sociedad, y el panorama con el que nos encontramos ahora mismo es el de esperar subidas exageradas en todo menos los sueldos y los pisos, que ya están al nivel que están y no van a bajar.

Creo que, menos en situaciones puntuales excepcionales, las promotoras optarán por parar obras antes que bajar precios.

Conclusión: jodidos estamos. Y de por vida.

Un besito…